jueves, 27 de diciembre de 2007

La CNE propone nuevos objetivos de biocarburantes


La Comisión Nacional de Energía (CNE) ha finalizado su informe sobre el Proyecto de Orden Ministerial por el que se establecen los mecanismos de obligatoriedad de uso de biocarburantes.
Se trata de un informe muy completo en el que se analizan todos los aspectos recogidos por la Orden. Debo admitir que muchos de ellos aportan recomendaciones interesantes de cara a garantizar, fundamentalmente la trazabilidad de los biocarburantes, pero incorpora una propuesta de modificación de los objetivos planteados por la Orden que otorga una gran libertad a los operadores petrolíferos.

La propuesta del Ministerio, en línea con la Resolución nº 28 aprobada por el Pleno de la Cámara del Congreso de los Diputados con motivo del debate de política general en torno al estado de la Nación, fija idénticos porcentajes de obligatoriedad de uso (el 3,4% en 2009 y el 5,83% en 2010 en contenido energético), de forma independiente para el biodiesel y para el bioetanol, con el fin de garantizar la producción y el consumo de ambos biocarburantes y por tanto la sustitución tanto de gasolinas como de gasóleos por carburantes más respetuosos con el medio ambiente.

El informe de la CNE propone, lo que denominan un mecanismo que incorpora flexibilidad parcial al sistema y que básicamente consiste en fijar unos porcentajes mínimos obligatorios y diferentes para gasóleos y gasolinas, y un porcentaje global, a fin de que sea el sujeto obligado quien decida cómo llegar al objetivo global. La nueva tabla que proponen es la siguiente:
La diferencia entre ambas propuestas es enorme. La CNE básicamente viene a decir que el bioetanol represente lo que ya representa a través del ETBE (del orden de un 2%) y que sea el operador quien decida cómo llegar hasta el objetivo anual. Evidentemente, los operadores cumplirán dicho objetivo mediante la utilización del biodiésel pues es lo que lleva reclamando la AOP desde el comienzo de este debate.
Afortunadamente, este informe no tiene carácter vinculante, y por tanto, el Ministerio puede hacer caso omiso a esta propuesta, pues de aprobar la Orden en estas condiciones, estaríamos frenando en seco la investigación en la producción del bioetanol de segunda generación (a partir de lignocelulosa), auténtica esperanza de futuro para el desarrollo de los biocarburantes.
Junto al informe citado, la CNE ha publicado también el voto particular de D. Jorge Fabra Utray, miembro del Consejo de Administración de la CNE. En su escrito, el Sr. Fabra considera, y cito textualmente, que es política energética pura la decisión del mix de biocarburantes que debe estar presente en los carburantes y que esa decisión le corresponde al Gobierno y no a la CNE y menos a las empresas suministradoras de carburantes.
A su juicio, la CNE debiera haberse limitado a constatar que el Proyecto de Orden satisface plenamente las recomendaciones comunitarias sobre los biocarburantes y a señalar las ventajas e inconvenientes de cumplir las recomendaciones comunitarias por distintas vías, sin pronunciarse a favor ni en contra de ninguna de ellas, evitando así invadir terrenos competenciales ajenos.
No puedo estar más de acuerdo con su opinión. Ahora toca esperar y ver qué decide el Ministerio.

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