Por invitación del Foro de la Izquierda – Ezkergunea, el pasado miércoles tuve la oportunidad de intervenir como ponente en la jornada que bajo el título “Biocombustibles: ventajas y riesgos” se celebró en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UPV en Bilbao.
En primer lugar, debo decir que el encuentro resultó de gran interés, pues se debatieron aspectos relacionados con la sostenibilidad de los biocarburantes desde ambos lados del debate con argumentos de peso y con gran respeto e interés por parte de todos los presentes.
Es curioso, pero cada vez que acudo a un encuentro de este tipo o a jornadas o charlas sobre biocarburantes, salgo con nuevas cuestiones a investigar sobre posibles impactos a generar por la expansión de los biocarburantes. Como dije en mi exposición, el desarrollo de los biocarburantes toca una infinidad de campos y materias. Yo diría que hoy por hoy es la energía que más parcelas de conocimiento toca, pues en su desarrollo está presente el mundo del campo, con todas sus múltiples derivadas, el mundo industrial para la producción de los biocarburantes, la tecnología de uso, la macroeconomía asociada a los movimientos internacionales de materias primas y productos acabados, … un sinfín de campos, y cada uno de ellos plantea su particular duda de sostenibilidad. A los ya conocidos posibles problemas de competencia del suelo o posibles alteraciones de los precios de los alimentos, se unen ahora aspectos como el uso del agua, la contaminación de suelos por uso excesivo de nitratos, o la posible nueva colonización del norte sobre el sur, como nos comentó en la jornada Paul Nicholson (dirigente del sindicato agrario EHNE y representante europeo de Vía Campesina).
Una de las cosas que anoté en esa lista de cuestiones sobre las que profundizar, fue el tema de la utilización de cultivos transgénicos y algo que para mí fue realmente novedoso, las semillas “terminator”.
Me ha faltado tiempo para correr a informarme y debo agradecer la ayuda que para ello me ha prestado una buena amiga, pues me ha facilitado un documento que para los que sabemos más bien poco del tema, nos da suficiente luz. Se trata del documento elaborado por SEBIOT (Sociedad Española de Biotecnología) y que lleva el título de “Plantas transgénicas. Preguntas y respuestas”. Voy a incluir en este artículo algunas de las cosas que he aprendido de su lectura a fin de que sirvan de inicio de un debate que me gustaría provocar entre todos vosotros, y del que estoy seguro, voy a aprender mucho.
- La construcción de plantas transgénicas permite desarrollar nuevas variedades de cultivo con nuevas características de interés: más resistentes a organismos perjudiciales, más nutritivas, para producir vacunas u otras sustancia terapeuticas o para producir materias primas de interés industrial como los plásticos biodegradables.
- Mediante ingeniería genética se pueden introducir en las plantas de cultivo genes que confieren resistencia a plagas de insectos, o a enfermedades y generar nuevas variedades más resistentes que permitan una agricultura más respetuosa con el medio ambiente (evitando el uso de insecticidas, fungicidas o herbicidas).
- Si la planta transgénica está diseñada para mejorar su rendimiento agronómico, incorporando caracteres tales como mayor vigor, mejor aprovechamiento del agua y de los fertilizantes o resistencia a plagas y enfermedades, el producto que se obtiene es idéntico en cuanto a su calidad al de la planta no transgénica de la que procede, pero su coste de producción es menor.
- Cuando el hombre y los animales se alimentan de productos naturales comen millones de genes de microorganismos, plantas y animales y ello no implica que estos genes se incorporen a nuestro genoma. Debido a la complejidad de las células de nuestro organismo la posibilidad de que los genes procedentes de un alimento se transfieran al genoma es nula.
- “Terminator” o términos similares como “Semillas Suicidas” o “Semillas Exterminadoras” son utilizados para criticar una nueva tecnología de control genético que permite, entre otras cosas, desarrollar plantas transgénicas que producen semillas normales pero incapaces de germinar y producir nuevas plantas. Además, aunque el polen de las plantas transgénicas obtenidas mediante esta tecnología fecundase a otras plantas de la misma especie, transgénicas o no, o a otras plantas de especies relacionadas, todas las semillas producidas como resultado de esta hibridación serían también incapaces de germinar, eliminando de esta manera cualquier posibilidad de propagación de los transgenes.
Comienza ahora el debate: ¿los cultivos transgénicos pueden ser utilizados para optimizar la producción de biocarburantes?
Espero comentarios.
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